Un viejito estaba sentado en el banco de una plaza, cuando un muchacho se sienta a su lado con todos los pelos parados y pintados de azul, verde, rojo y amarillo.
El viejito se queda mirándolo un rato... atónito... incrédulo... boquiabierto..
.Cuando de repente el chico le dice:
-¿Qué miras, viejo marica?,¿Por qué me miras con esa cara de huevón?¿Nunca hiciste nada loco en tu vida?
A lo que el viejito, sin exaltarse, le contesta:
- Sí... Una vez me emborraché hasta las huevas y me culié una guacamaya...... y justamente por eso te miraba y me preguntaba:
¿NO SERÁS MI HIJO, MALPARIDO?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario